Muy dichosamente te sostengo
entre mis sueños, en realidades sin motivos
muy calladamente imploro al cielo
los anhelos, los suspiros y rosales prometidos.
Silenciosamente está tu nombre
en el candor de mis gemidos
insistente, intimidando mis sentidos
y a la vez serenamente tus recuerdos
por mi mente, se perciben diluidos,
en minúsculos fragmentos, esfumando
el historial de nuestro amor acaecido.
Novia De Los Montes
sábado, 30 de mayo de 2009
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