martes, 13 de noviembre de 2007

EL AMOR DE YARA


Yara, amante y fiel de su amor querido
Se enamoró perdida de un hombre sin sueños
Que solo disfrutaba el etílico sabor del vino
fuerza y poder le daba, a todo su empeño.

Yara, vivo retrato de mujer enamorada
En su pálido rostro, un reflejo de luna
la madurez del almendro en su mirada
y de melosos cabellos como ninguna.

Cuando al caer la noche él la esperaba
Era el momento propicio para la cita
Con su pasión ardiente se le entregaba
Unas cuadras más lejos de su casita.

Ya que en su hogar paterno, no lo aceptaban
Por la intuición más sabia que se percibe
Y que esos ojos tan dulces no detectaban
Por el amor tan grande que a él, transcribe

Todo lo que podía le compartía
Las mañanas dotadas del fuerte brillo
su calor y ternura le trasmitía
hasta las frías noches que abundan grillos.

Entre el amor y la angustia se debatía
Por aquél que creía, era su destino
Declinase su aliento, sin alegría
Al ver que su amor perdía en copas de vino.


Novia de los Montes


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