domingo, 4 de noviembre de 2007

NO PRONUNCIES ESE ADIÓS


No me impidas, mi bien que yo te nombre
que le cuente al mundo tus anhelos
permíteme mi amor que yo haga alarde
de que son todavía míos tus desvelos.

Tu amor formando surcos de aureola
desenfrena sensaciones pasajeras
las retiene, las cultiva y las conserva
para luego emancipar de sus cadenas.

Ven amor, quédate conmigo
mitigante bálsamo a mis males
no pronuncies ese adiós que huele a olvido
pues podría ser letal a mis rosales.

NOVIA DE LOS MONTES

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