LA MAÑA DE LA CEIBA

Un árbol muy frondoso, quizá de medio siglo
Hoy sirve de morada a las aves migratorias
Es el más apetecido para allí dejar sus nidos
Para legalizar sus amoríos y plasmar muchas historias.

Es solo una ilusión de mil y mil observadores
Que ven lejos sus sueños de tener con él vivienda
Porque a él siempre protegen, los bien conservadores
Aunque es fuerte e intocable, no hay nadie, que a él contienda.

Es un portento de árbol, elegante y muy sereno
También es bien reconocido, por su vulgar hazaña
El tira su vestido, quedando siempre en cuero
No importa quién lo observe, nació con ésa maña.

La ironía es que se cambia, pero repite el traje
No se por que será, yo siempre vivo inquieta
A pesar de sus mil vestidos, a él le sobra coraje
Debe ser militar, que de verde culmina sus meta.

Novia de los Montes