Me preguntarán por ti, las intrigadas garzas
cuando me vean caminando a solas
por el escarchado camino, de las viejas plazas
Me preguntarán quedito, o con voz de caracolas.
Qué dirán las gaviotas, cuando ya no escuchen
El murmullo de tu voz, emparentando con el viento
Se tornarán inquietas, suspirando de pasión en su cambuche
pero mudas, no hacen ruido, deseosas de saber lo que yo siento
A donde irán las cansadas golondrinas
Cuando ya abnegadas, condolidas de saber mi pensamiento
Que dirán si ahora, el sentimiento de mi amor ya se encamina
hacia el olvido, ya cansada de esperar tu amor incierto.
Se inquietarán, las distraídas mariposas
si al retornar de su silencio retraído
me descubran, llorando entre las rosas
que enternecieron, de ver mi corazón allí rendido.
Novia de los Montes.
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